La blancorexia es considerada un trastorno psicológico de carácter obsesivo por tener los dientes cada vez más blancos. El problema de esta patología es que los pacientes buscan alternativas ajenas para blanquear los dientes, muchas veces de manera extrema.
El blanqueamiento dental es un tratamiento que tiene que ser controlado por un experto y no se puede realizar sin tener un diagnóstico previo. ¿Sabías que? Los dientes sanos no son absolutamente blancos, sino de color marfil.
¿Cómo reaccionan los dientes a un blanqueamiento?
No todos los dientes responden de la misma manera a este tipo de tratamiento y el factor edad, es un dato importante a tomar en cuenta, mientras más joven sea el paciente más se podrá blanquear su sonrisa.
La tonalidad del blanqueamiento dependerá de la situación bucodental de cada caso y es importante saber, que no todas las personas tenemos el mismo tono. Esto ha causado que determinados pacientes no se muestran del todo satisfechos con los resultados y consideran que su dentadura, no es lo suficiente blanca, buscando así tratamientos caseros “milagrosos”.
¿Qué riesgos trae consigo la blancorexia?
El abuso de blanqueadores dentales ya sean caseros o legalmente comercializados en farmacias, contienen sustancias como el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) y el peróxido de carbamida. (agua oxigenada y urea) Aunque muchos productos están médicamente testados, su uso excesivo pueden causar enfermedades y efectos indeseados como:
- Irritación de las encías.
- Gingivitis.
- Pérdida del esmalte dental.
- Hipersensibilidad dental.
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