El blanqueamiento dental es un tratamiento común hoy día en nuestras consultas dentales. Los dientes experimentan oscurecimiento constante, por envejecimiento, pero también por tinción provocada por diferentes alimentos o bebidas consumidas.
Revertir esta coloración dental es fácil y predecible por norma general, siempre que la persona que lo realice sea un odontólogo experto que lo ejecute con cuidado y los materiales adecuados.
No obstante, hay que tener en cuenta que eso no es siempre ni tan fácil ni tan predecible, por ello es imprescindible una consulta por un profesional de la odontología antes de proceder a realizar el blanqueamiento dental.
Hay situaciones en que los cambios de coloración de los dientes no son debidos a tinciones, sino a defectos del propio diente. En algunas de esas situaciones tratar de realizar un tratamiento de blanqueamiento dental puede provocar un empeoramiento significativo del resultado estético final, y en otras muchas puede ser un tratamiento inútil. Por ello el análisis previo es imprescindible antes de ponerse a tocar los dientes.
En Dentes, sabemos que un uso inadecuado de los blanqueadores dentales por un no experto puede llegar a causar molestias importantes en los dientes. Tengamos además presentes que cuando en los dientes existes restauraciones previas, sean empaste o coronas, el intento de blanqueamiento dental puede hacer que se blanquee todo menos esas zonas, dando un aspecto muy poco estético que puede obligar a repetir esas obturaciones y coronas, con el gasto y molestia que ello puede provocar.
Objetivos del blanqueamiento dental
1. Blanquear todos los dientes de la boca del paciente, refiriéndonos siempre a la zona estética anterior.
2. Igualar el color de un diente oscurecido con el resto de la boca.
3. Mejorar el estado de los dientes antes de hacer una remodelación estética de los dientes para no tener que rebajarlos después.
Cuando todos los dientes están libres de obturaciones y coronas, podremos proceder a realizar los blanqueamientos dentales de toda la boca preferiblemente con técnica ambulatoria, unas fundas hechas a medida que se ponen en boca con un líquido blanqueador una hora al día durante dos o tres semanas. Este tratamiento es muy eficaz, seguro y se puede repetir pasado un tiempo, preferiblemente esperar dos años, si se vuelven a oscurecer.
Cuando hay un único diente decolorado, se puede intentar un blanqueamiento dental interno o externo. Son procesos más largos, menos predecibles y en los que hay que estar más tiempo en la consulta dental.
Muchas veces está relacionado con lesiones en la pulpa de los dientes y obliga a realizar adicionalmente un tratamiento de conductos. Esta es una técnica menos predecible, con algún riesgo adicional, pero que merece la pena probarse si la tinción es importante.
Finalmente, en grandes rehabilitaciones estéticas con carillas, se realizan con frecuencia blanqueamientos dentales previos de los dientes para mejorar el color de fondo, y así poder colocar carillas más finas sin que transparente un color más oscuro subyacente, con lo que además de una mejor estética evitamos tocar mucho los dientes.
Si estás pensando en realizarte un tratamiento de blanqueamiento dental, no lo dudes más y acude a tu Clínica Dental Dentes.