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El blanqueamiento dental es uno de los tratamientos más demandados por los pacientes que desean mejorar la apariencia de su sonrisa. 

Bien sea después de terminar un tratamiento de ortodoncia, o porque han notado que con el paso del tiempo sus dientes han comenzado a cambiar de tono, o pequeñas manchas, algo que es completamente normal que suceda ya que con el paso del tiempo y la ingesta prolongada de determinados alimentos y bebidas, el aspecto de la dentadura puede verse afectado. 

Hoy os queremos contar algunos detalles, mitos y verdades acerca de lo que supone someterse a un blanqueamiento dental y lo sucede después de este. 

La dentina

Lo primero que tendréis que saber es qué es la dentina. Se trata de una capa de marfil que rodea la pulpa, es decir, un tejido intermedio que se encuentra entre el esmalte y la pulpa, y protege al esmalte de posibles fracturas. Además es el segundo tejido más duro del cuerpo y su color natural es de un tono amarillento. 

Es precisamente la dentina la que da el color a los dientes, ya que el esmalte es transparente. En algunas personas la dentina puede ser más amarilla o más blanquecina, pero por defecto la dentina siempre tendrá un tono amarillento y con el paso de los años y el desgaste natural de la dentadura puede que ese color amarillento se vuelva un poco más intenso. Esto siempre dependerá de los hábitos alimenticios e higiénicos de cada persona. 

En qué consiste el blanqueamiento dental

Existen varios tipos de blanqueamientos dentales aunque el más común es el que se suele realizar con fotoactivación. Consiste en proteger los dientes con una férula especial y luego se aplica el gel blanqueador que se activa mediante el uso de la luz de lez. 

Pero también existe el tratamiento mixto, el cual consiste en una parte de fotoactivación y otra parte que el paciente puede llevar a cabo en casa siguiendo las instrucciones previas dadas por su odontólogo de confianza. 

Ahora bien, existen algunas pautas importantes que debéis saber acerca del blanqueamiento dental. Conozcamos cuáles son esos mitos y verdades acerca de este popular tratamiento. 

Mitos 

El blanqueamiento dental debilita el esmalte. Seguramente los has escuchado muchas veces pero esto no es cierto. Precisamente con la finalidad de proteger el esmalte es que se coloca una funda especial que protege el esmalte. Además el tiempo que se expone a la luz led está controlado para que sea el justo que necesita el gel para activarse sin dañar la dentadura. 

Sus resultados son para siempre. No, el blanqueamiento dental no es de duración permanente, suele durar entre 2 y 3 años. Con el paso del tiempo los dientes recuperan su color natural, pero la rapidez con la que este color natural regrese dependerá de los hábitos de cada persona. Si son fumadores, si llevan una correcta higiene dental o si son consumidores frecuentes de alimentos con pigmentación dañina para los dientes como el café, vino o chocolate. 

Los blanqueamientos caseros son más saludables. Bajo ninguna circunstancia. Los productos caseros que se suelen utilizar para los llamados “blanqueamiento caseros” son el limón y el bicarbonato de sodio. Dos sustancias que en contacto directo con los dientes pueden ser muy dañinas gracias a su propiedades corrosivas que sí debilitan el esmalte

Verdades

Causa sensibilidad dental.  Cierto, la consecuencia más inmediata del blanqueamiento dental es la sensibilidad, pero no será permanente, ya que con el paso de los días y una pasta de dientes especial para la sensibilidad que seguramente sea recetada por su odontólogo, esta sensación de sensibilidad irá desapareciendo poco a poco.

El resultado puede variar. Si, el resultado del tratamiento puede variar según la persona debido a factores biológicos. Algunas personas obtienen unos dientes más blancos, mientras que hay otras personas a las que cuesta mucho acabar con ese tono amarillento, esto simplemente se debe al nivel de concentración de dentina en cada persona. 

Una sola sesión es suficiente. El blanqueamiento dental no necesita de varias sesiones para obtener resultados inmediatos. Basta con una sola sesión para salir de consulta con una sonrisa más blanca. 

Se deben evitar ciertos alimentos y bebidas post blanqueamiento. Es correcto, lamentablemente las bebidas demasiado azucaradas, café, vino, chocolate, refrescos, etc, no serán los mejores aliados de la dentadura una vez sometidos a un blanqueamiento dental. Pueden manchar los dientes muy rápido y los niveles de azúcar en algunas bebidas podrían aumentar la sensibilidad.

Si consideras que necesitas este tipo de tratamientos para mejorar tu sonrisa, déjalo en manos de un profesional. En Dentes, tu clínica dental de confianza en Barcelona, contamos con un equipo de profesionales en estética dental que te ayudarán a conocer cuáles son las mejores opciones para mejorar el aspecto de tu sonrisa. 

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