Los tratamientos de conductos o “matar nervios” implican el diagnóstico y posterior tratamiento de las lesiones de la pulpa dental. Esto ayuda al diente en su desarrollo, protegiéndolo de cualquier daño o enfermedad e incluso de la defunción propia.
¿Qué es la pulpa dentaria?
La pulpa dental es un tejido conjuntivo de consistencia gelatinosa formada por un conjunto de vasos sanguíneos y nervios que tienen como función la formación de la dentina.
Dentro de la pulpa dental se encuentran los vasos sanguíneos, nervios, células de defensa, sustancia base y fibroblastos. Donde sus principales funciones son mantener la dentina, conservar su fuerza y resistencia, controlar la sensibilidad y suministrar las sustancias precisas para su posterior reparación.
La infección del tejido de la pulpa dental pueden darse por diferentes causas. Entre ellos podemos encontrar causas físicas, en las que se destacan:
- Infecciones mecánicas. Derivadas de lesiones dentales.
- Infecciones térmicas. Causadas por la variación de temperatura frío-calor del diente.
- Infecciones eléctricas. Al situarse metales dentro de la boca provocando diminutas descargas eléctricas.
Además de estas infecciones, la pulpa dental puede padecer de otras dolencias provocadas por materiales de obturación (como la filtración del empaste debido a un mal sellado de boca), la intoxicación por diabetes, la aparición de caries o causas exógenas provocadas por mercurio o plomo.
La enfermedad más común que encontramos se denomina pulpitis dental o inflamación de la pulpa dental. Esta inflamación puede derivar en:
- La pulpitis reversible que ocurre cuando la pulpa dental se encuentra estable, y lo único que hay que proceder es a la retiración de los factores agresivos, por tanto, al tratamiento de la causa de origen que ha inflamado la pulpa dental. Las caries, los traumatismos o los tratamientos de blanqueamiento abrasivos son las causas principales de este tipo de inflamación.
- La pulpitis irreversible donde la pulpa inflamada es incapaz de recuperarse. Para evitar la aparición de la necrosis pulpar, debemos realizar una endodoncia o pulpectomía total.
- Cuando la situación clínica del diente indica la muerte del mismo nervio hablamos de necrosis pulpar. Ésta se puede evitar procediendo a la realización de una endodoncia en Barcelona.
A partir de los 30 años, la función de la pulpa dental se ralentiza y es más probable que aparezcan enfermedades o problemas en la cavidad bucal (concretamente en el diente). A causa de la enfermedad de la pulpa dental, puede llegar a formarse una necrosis pulpar, provocando la muerte de la pieza dental.
Uno de los tratamientos que ofrecen las clínicas son los implantes dentales, asegurando así la restauración de los dientes unitarios, múltiples, los puentes que puedan haber o los arcadas completas, ofreciendo una solución que te devolverá la sonrisa y la confianza.